Si quieres que tus empleados sean personas que tiren de la compañía, se involucren en conseguir los objetivos y estén comprometidos con tus valores, tienes que comunicarles lo que sucede en ella. Es el momento de invertir y mejorar tu comunicación interna.
Tus empleados son lo primero, esos que van a transmitir e impulsar tu marca y a vivir y convivir en tu empresa. Si no les comunicas lo que pasa y sucede en ella, se verán de lado e irán deambulando por ella. ¿Esto es lo que quieres? No.
Vamos a trabajar la comunicación interna para tener a los empleados motivados y a gusto en la compañía.
Los empleados tienen que estar bien pagados. Si quieres retenerlos y que se integren y se sientan parte de una gran empresa debes remunerarles acorde a su experiencia y conocimientos.
Si no es así, se marcharán tan pronto como encuentren otro trabajo. Habrás perdido tiempo en la búsqueda y en la formación de ese candidato.
Reconoce el trabajo bien hecho, su esfuerzo, su entrega, su tesón. No es suficiente con dar las gracias y decir cuál es la situación. Resalta cómo sacan adelante el trabajo, su pasión y constancia, etc. No sólo lo hagas con palabras sino también con gestos o con alguna retribución.
Flexibilidad horaria. Establece la posibilidad de entrar o salir en un margen de horas e incluso que tus empleados puedan trabajar desde casa. Cada empleado tiene familia y amigos a los que atender. Si cuando sus hijos esté malos pueden trabajar desde su domicilio, el día que necesiten que trabajen más horas por un proyecto lo harán, es una relación de dar y recibir. De obtener un feedback.
Genera un buen ambiente de trabajo. Haz que la gente esté satisfecha, esté alegre en su trabajo, tenga buenos compañeros, le gusté su trabajo, el lugar sea amplio, luminoso, agradable y esté limpio.
Y ¿Qué comunico?
Cualquier información o hecho que puede ser interesante para tus empleados: desde la incorporación de nuevas personas, nuevos productos, noticias del sector para que se mantengan actualizados, actividades en las que participe la compañía, premios recibidos, eventos en los que esté presente, alianzas con nuevos socios u organizaciones…
Da a conocer la visión, misión y cultura de la compañía, su identidad.
Son acciones fáciles de realizar y ejecutar que ayudarán a sentirse como un conjunto de personas, un verdadero equipo, ese que suda la camiseta y que no se la quita en las adversidades, llueve o truene, no importa.
Y el perfil de cada persona, no es lo importante, si eres el director o becario, si estás en el banquillo o has salido de titular al campo, aún puedes contribuir con tu trabajo a ganar este partido. Te lo aseguro, tú eres importante dentro de este conjunto que forma la empresa.
Sé el primero en comunicarles lo que haces
Lo que no podemos hacer es que un empleado se entere por una fuente externa de algo que ha ocurrido en la empresa y nosotros no se lo hayamos comunicado antes a ellos. Eso me da mucha rabia y seguro que, a vosotros, si lo pensáis también. Y si eso, te lo dicen cara a cara y trabajando en un departamento de comunicación todavía más, porque significa que en ese aspecto debemos mejorar.
Una empresa, es un ente vivo, en el que suceden acontecimientos todos los días, a veces están implicados todos los departamentos y en otras ocasiones, tan sólo uno. Hay muchos procesos abiertos, pero se puede ir informando periódicamente de cómo va evolucionando ese proyecto.
Cuándo lo comunico
No hay que caer en el error de comunicar cómo va la compañía en verano y en la cena de Navidad, es decir cada seis meses. Eso es insuficiente, no pretendas mantener a tu equipo motivado el resto de meses sólo con esa información. Cada semana deberías generar una comunicación con tus empleados e incluso he estado en compañías en que todos los días a las 8 de la mañana recibías un email del departamento de comunicación con las noticias del sector, dando los buenos días e invitando a cualquier celebración interna. Todo para generar confianza, cohesión de grupo, transparencia e interés por dar a conocer lo que ocurría dentro y fuera de ella a todos sus empleados.
Si no lo haces, tus empleados se encontrarán en un mar movidos por la corriente sin rumbo fijo y sin un puerto al que llegar. Tú lo que quieres, es un empleado que tome las riendas del barco, que se eche al mar si uno del equipo se cae, que ofrezca sus ideas o acciones para llegar a la orilla sanos y salvados, con un proyecto bien hecho y bien ejecutado. Sólo así conseguirás crecer a tu empresa.
Puede que hasta ahora no te hayas parado a pensar que comunicar las acciones y actividades a todas las personas de tu compañía era un acto primordial, puede que hayas tenido suerte y te haya ido bien, pero esto un día acabará si no escuchas a tu equipo. Te lo aseguro, escúchales porque lo demandan. Eso debes hacerlo todos los días.
Y en ese momento te das cuenta de que tu equipo está formado por diferentes personas y que tu comunicación con ellas no es de la misma forma: Javi es una persona metódica que le gusta tener las cosas por escrito y guardarlas en pdf para consultarlas cuando lo necesite y Raquel le gusta las cosas claras y directas sin tapujos, a la cara.
Y tú, si quieres que te acompañen en ese crecimiento y respondan ante tus clientes tienes que involucrarles y hacerles sentir parte de este proyecto.
Categoriza a tus empleados
Para desarrollar un plan de comunicación interna tenemos que identificar y categorizar a nuestro personal. Si eres responsable del departamento de dirección de personas o eres tú la persona encargada o que quiere liderar la comunicación interna en tu compañía, es necesario que dediques tiempo a conocer a cada uno de ellos. También, puedes recabar información de otras personas o de aquellas que trabajan codo a codo con ellas.
Una buena forma de clasificarlos es:
– Seguidores o fans: aquellos que están felices en la compañías, hablan bien de ella y están satisfechos con su trabajo y el trato que reciben de ella
– Neutrales: estos los que no están ni a favor ni en contra, les gusta el equilibrio, hacen su trabajo, van sus horas pero no se involucran. Hacen sus horas y ya está.
– Escépticos: aquellos que pasan, que no creen en los valores de la empresa, que hacen su trabajo sin intercambiar palabra, se ven más fuera que dentro. Si hablan lo hacen mal de la compañía e incluso son personas tóxicas, que hagas lo que hagas no van a escuchar lo que les dice y mucho menos cambiar su opinión.
Identifica a tus mejores aliados aquellas personas que te ayudarán a crear marca, a difundir tus mensajes entre sus compañeros y que serán buenos embajadores de tu compañía. Este aspecto te ayudará a impulsar la comunicación interna que están desarrollando en la compañía.
Construye relaciones personales con tus empleados
Y como cualquier relación entre personas, debes alimentar y mostrar interés por él o ella también. Es una cosa de dos, como cualquier buena, verdadera y duradera relación entre personas. Si el empleado tira y la empresa no responde, se irá; pero si reconoces lo que le importa, lo que le inquieta y lo que desea, puedes retenerle. Tener un buen empleado satisfecho en su trabajo y que genera buen ambiente, ¡eso es lo que todos deseamos en nuestra empresa!
Formatos de comunicaciones
Dependiendo de si tu empresa o compañía es grande o pequeña y de cómo se comunican tus empleados tendrás que seleccionar los canales y los formatos más apropiados donde desarrollar la comunicación interna para que tu mensaje llegue a ellos de forma rápida y sencilla. Te recomiendo que hagas un estudio y encuestas para saber qué formatos se adaptan mejor a tus empleados con el presupuesto que tienes destinado a tu comunicación interna. Entre los formatos que puedes usar:
– Cara a cara: para algunas personas es el que más funciona sobre todo, con los embajadores de la empresa o tus aliados, que lo comunicarán al resto con mucha facilidad. Para algunas personas sigue siendo el más directo y en el que aprecian que otras personas dediquen tiempo en comunicárselo por la vía más convencional.
– Newsletters informativas con una o dos noticias para que conozcan qué sucede en la compañía. Es rápido, se puede programar y con poco tiempo llega a todos los empleados, estén donde estén. Además que se puede monitorizar su apertura, porcentaje de clics, los rechazados por el servidor, etc.
– Intranet o portales corporativos internos con noticias del sector, de la compañía, actividades, cambios en la oficina, asuntos internos. Este canal es bueno nutrirlo con informaciones de la compañía y entender que los empleados accedan a él, le dediquen tiempo e interactúen.
– Revistas digitales o impresas con reportajes interesantes para los empleados y entrevistas a empleados para que se conozcan unos a otros.
– Buzones de sugerencias para que puedan dar a conocer de forma anónima los que les gustaría cambiar o mejorar. Este canal está muy bien para los escépticos que se quejan pero que no son capaces de decir a la cara lo que ven incorrecto o aquellas cosas que no están de acuerdo.
– Tablón de anuncios con actividades que pueden interesar a los empleados. Suelen encontrarse en las zonas comunes de la compañía y las personas acudimos a ellos cuando queremos informarnos de algo o de otras noticias que otros compañeros quieren compartir con otros empleados.
– Convenciones anuales y otros eventos internos de la compañía que se aprovechan para crear comunidad y hacer una piña, ese sentimiento de unión, de equipo, de avanzar juntos hacia el mismo objetivo, de agradecimiento por el esfuerzo realizado. En estos eventos hay que aprovechar para decir todo lo que se quiere comunicar a los empleados.
– Paneles informativos y cartelería. Diseñar carteles que motiven, que agradezcan y comuniquen el mensaje que queremos transmitir.
– Redes sociales internas que tenga la compañía y que haya desarrollado para uso exclusivo de sus empleados. Su mensaje suele ser directo, fácil y rápido para ser difundido y que llegue antes a más miembros.
¡Queremos empleados comprometidos!
Un empleado comprometido es mucho más productivo y genera buen ambiente y felicidad a su alrededor. Un reciente estudio el Barómetro del Compromiso en España 2015, realizado por Meta4 y Tatum en el que analizaron cómo era la gestión del compromiso de las plantillas de 50 empresas españolas destaca que el nivel de compromiso de las empresas es de un 64%. Los tres elementos que impactaron en el compromiso fueron la identificación de las personas con los valores corporativos de sus organizaciones, la sensación de disfrute con las tareas que realizan y la sensación de desafío o reto que les generan sus tareas. Este estudio revela que todavía quedan muchas cosas por hacer en materia de comunicación interna para tener una plantilla feliz y comprometida con la compañía.
Y tú ¿eres un empleado comprometido?
No sé si sientes la adrenalina en tu cuerpo, esa sensación de pertenencia a algo y de formar parte de un todo. Tan solo te digo que lo intentes y pruebes. Es algo maravilloso y sorprendente.
Ahora te lanzo esta pregunta ¿te identificas con los valores de tu empresa? ¿Eres de los que suda la camiseta e involucras a todos sus miembros para obtener los objetivos?
Sin duda, esta es la actitud que cualquier empresario que tiene una empresa o que va a montar su compañía quiere para ella.
Una persona comprometida crea piña cada día, participa en las actividades, reinventa acciones, se siente feliz y contagia su felicidad a los demás, guía, escucha y observa al resto de empleados para involucrarlos y hacerles partícipes de los éxitos. Una persona que disfruta y se divierte en su trabajo.
Si por el contrario eres de los que va a la empresa a hacer esas horas y que a fin de mes obtenga a cambio por su servicio el salario solo conseguirás estar en compañías que no valoren al empleado y no vean en su plantilla a personas sino meros números. ¿Eso es lo que verdaderamente quieres? Yo por lo menos no.
Ponte al lado de los empleados comprometidos y ¡comienza a sentir esa camiseta!